Mi vivencia del espacio compartido en terapia con Nieves fue muy nutritivo y liberador, sentí ese «estar» en continuo proceso de fluir para poder transitar las emociones que en ese momento me acompañaban y que yo sentía tan intensas, que consumían mucha de mi energía…así que con su acompañamiento encontré, de nuevo, ese lugar interno que me hace sentir que «estoy en casa».
Esa sintonía con Nieves la sentí desde la primera sesión, eso me ayudó a vincularme fácilmente con ella.
Nieves, como terapeuta humanista tiene una escucha atenta y sostenida que hace que te puedas expresar sin pensar, que puedas poner en el caldero de la terapia lo que sientes «aquí y ahora» para luego, acompañada por ella, ir viendo con más claridad dónde estás y qué recursos nuevos u olvidados tienes para poder avanzar y sentirte mejor.
El «espejo» que tiene Nieves es un espejo que refleja claridad y calidez y a mí me ayudó para encontrar el alivio, esa sensación de tranquilidad que anima a seguir caminando el camino de la vida.
Gracias siempre por haberme acompañado así, de esa forma tan humana y reparadora.